Este artículo se ha escrito en respuesta al tema de "erradicar la pobreza como medio de prevención de conflictos". Al preguntarnos si la erradicación de la pobreza previene los conflictos, reflexionamos sobre su complejidad e interdependencia con otros aspectos de la vida cotidiana moderna. Centrarnos solamente en la reducción de la pobreza como medio de prevención de conflictos es un poco limitante. El trabajo empírico realizado en la posguerra de Sri Lanka pone de relieve que la relación simbiótica entre la pobreza y los conflictos va más allá del ámbito del análisis simplista. Después de todo, la pobreza solo es uno de los muchos factores que contribuyen a los conflictos. Por otro lado, la pobreza es un fenómeno multidimensional. Asimismo, los conflictos agravan la pobreza de muchas formas, pues detienen el crecimiento, destruyen la inversión e interrumpen la prestación de servicios. La experiencia de primera mano ofrece numerosas historias sobre las privaciones que sufren las personas durante la guerra. Este artículo mira más allá de estos planteamientos binarios para hacer hincapié en que los conflictos y la pobreza se encuentran interrelacionados incluso después de que acaba la guerra, lo que subraya el hecho de que las desigualdades estructurales obstaculizan tanto la prevención de conflictos como la reducción de la pobreza. Sostenemos que la prevención de conflictos debe situarse en una posición interseccional y holística, con vistas a transformar estas desigualdades estructurales.

Es difícil resistirse a lo que promete el desarrollo económico. Al final de la guerra civil de Sri Lanka, se volvió a abrir la carretera A91, que había permanecido cerrada durante varios a?os. S. Sivananthan, funcionario ejecutivo del Gobierno, comentó que “las puertas del paraíso ahora [estaban] abiertas al pueblo de Jaffna” (Parameswaram, 2009). Lo que Sivananthan quería decir era que la conexión entre el norte y el resto del país mejoraría la infraestructura, el transporte y el comercio y atraería un sinfín de nuevas oportunidades económicas. En ese momento de posibilidades infinitas, los empresarios, los organismos de ayuda, las corporaciones y los órganos gubernamentales se apresuraron a "reconstruir mejor" y proporcionar el impulso necesario para la recuperación económica y de medios de vida que tanta falta hacía al finalizar una guerra civil de 30 a?os, lo que permitió que las comunidades accedieran a la reconstrucción y la rehabilitación económica. El Gobierno de Sri Lanka en aquel entonces equiparaba el desarrollo económico con la reducción de la pobreza y, de hecho, anunciaba el desarrollo económico como si fuera un mantra que resolvería todos los motivos de queja.

El afán de desarrollo económico, especialmente en los contextos de posguerra, guarda relación con la idea establecida de que las comunidades con estabilidad y prosperidad económicas tienen menos probabilidades de verse inmersas en una situación de conflicto (USAID, 2006; Galster, 2015). Por "reconstruir mejor" se entiende prevenir, y las publicaciones actuales afirman que la fragilidad derivada de la pobreza crónica y las desigualdades conexas mantiene las profundas vulnerabilidades estructurales y las expone a la violencia, especialmente en las comunidades que sufren ciclos constantes de conflicto (Chandler y Sisk, 2013, pág. xx). Igualmente, en el 2011 World Development Report: Conflict, Security and Development y en un documento de política del Departamento de Desarrollo Internacional titulado “Economic Development Strategy: prosperity, poverty and meeting global challenges” se sostiene que el estancamiento y el subdesarrollo en la etapa posterior a un conflicto fácilmente pueden sumir de nuevo a los países en la violencia (2017).

La inversión, tanto pública como privada, en Sri Lanka ha demostrado ser beneficiosa en teoría. La economía de Sri Lanka experimentó un fuerte crecimiento anual del 6,4% entre 2003 y 2012 (Peiris, 2014). Durante el período de 2009 a 2013, Sri Lanka alcanzó un 6,7% de crecimiento anual, sirviéndose de una inversión pública en infraestructura que ascendía a una media del 5,5% del producto interno bruto. Las tasas de pobreza descendieron del 22,7% en 2002 al 6,7% en 2012. El diagnóstico sistemático del país realizado por el Banco Mundial revela que Sri Lanka constituye todo un éxito en materia de desarrollo (2016, pág. 21) y el país parece ir por buen camino hacia un largo período de crecimiento económico sostenido.

No obstante, el desafío al que se enfrenta el país cuando trata de seguir creciendo es procurar que el crecimiento previsto sea inclusivo, en especial con respecto a las poblaciones que se vieron directamente afectadas por el conflicto armado, lo cual provocó que accedieran de forma limitada y desigual a los servicios básicos. Además, algunas dificultades relativas a los medios de vida limitan el crecimiento de determinados sectores o grupos. Incluso en el actual contexto de posguerra, todavía existe conflicto, aunque no sea necesariamente violento. El conflicto ahora se percibe en el acceso limitado a los servicios básicos, cuando las escuelas carecen de inversión suficiente y los hospitales están saturados. La guerra civil dejó muchas heridas sociales abiertas, y las medidas actuales orientadas a la reconciliación no han resuelto las circunstancias ya existentes de castas y clases que pueden agravar el conflicto entre comunidades. La intensa militarización de los primeros a?os de posguerra también agravó diversas injusticias sociales.

Los hechos apuntan a que las causas principales de los enfrentamientos internos en el norte, este y sur de Sri Lanka han sido la desigualdad y la exclusión. Según la Household Income and Expenditure Survey 2012/13 del Departamento de Censo y Estadística de Sri Lanka, las divisiones administrativas de las provincias septentrionales y orientales que habían resultado más afectadas por el conflicto se encontraban entre las más pobres del país. El hecho de no haber resuelto las causas del conflicto y la actual incertidumbre política han dado lugar a que el principal impulso económico sea la inversión pública en vez de la inversión privada y extranjera. De ahí que el empleo permanezca en la construcción y el sector servicios, y que existan muy pocas posibilidades de empleo para el exceso de mano de obra en el sector agrícola. Esto conduce a una productividad agrícola demasiado baja y a altos niveles de pobreza entre quienes continúan trabajando en este sector.

En la práctica pueden verse situaciones difíciles relativas al desarrollo de posguerra. El aumento de la desigualdad de ingresos no implica necesariamente que los pobres sean cada vez más pobres y los ricos, cada vez más ricos. Sino más bien que los ricos se enriquecen más rápido (Nanayakkara, 2016). Por ejemplo, en un estudio realizado por el Centro de Estudios sobre la Pobreza (CEPA) en una aldea concreta en la provincia septentrional de Sri Lanka, se observó que las condiciones estructurales de la pobreza antes y después de la guerra daban lugar a que se perpetuaran las condiciones económicas padecidas (Jayasekara y Najab, 2016). La escasez de los recursos disponibles o accesibles para las comunidades vulnerables afectaba a su capacidad para cambiar la situación. En otro estudio del CEPA se constató que, aunque los desplazados internos podían regresar a su hogar después de la guerra, se endeudaban al tener que construir sus casas y reconstruir sus vidas. Estos gastos no guardaban relación directa con la construcción, sino que más bien se debían a que tenían pocas oportunidades de subsistencia para cubrir los gastos cotidianos y básicos de su hogar (Romeshun, Gunasekara, Munas, 2014).

A pesar del alcance de la inversión en infraestructura y vivienda en la provincia septentrional, la escasez de oportunidades para ganarse la vida todavía representa una de las incidencias más altas de los indicadores de pobreza nacionales. El gasto público destinado a ayudar a las poblaciones a salir de la pobreza depende de los tipos de inversiones que se realicen. En el informe del CEPA se se?alaba que el 86% de los hogares analizados se encontraban endeudados debido a la falta de alfabetización financiera y a la gestión financiera deficiente (Ibid., pág. ix). Esto se une a la existencia de una población joven, no cualificada y poco instruida que carece de los medios necesarios para incrementar sus posibilidades de obtener ingresos (Ibid.). Se podría argumentar que es más productivo invertir en el futuro de la población por medio de la educación, lo cual repercutiría a largo plazo (efecto multiplicador), asumiendo la idea generalizada de que la educación proporciona un pelda?o importante para ascender. Probablemente, debido a la escasa inversión en servicios como la educación y la salud durante la guerra, una generación se ha visto privada de la capacidad necesaria para salir de la pobreza. En un estudio del CEPA de 2015 se se?alaban los efectos positivos de los oficiales técnicos y los movilizadores de la comunidad que ayudaban a los beneficiarios de viviendas ofreciendo asesoramiento en asuntos de finanzas y construcción y trabajando de forma participativa con las familias más vulnerables, lo que permitía un apoyo más personalizado en materia de vivienda (Gunasekara, Najab y Munas, 2015).

Las desigualdades horizontales también dificultan el desarrollo concreto, especialmente en relación con el acceso a los servicios básicos. En un trabajo reciente del CEPA sobre las jerarquías de castas en las regiones oriental y septentrional de Sri Lanka se demuestra hábilmente la forma en que las iniciativas de reconstrucción que no se han tomado en serio las estructuras profundamente arraigadas de marginación, discriminación y exclusión dentro de esa cultura política corren el peligro de perpetuar las jerarquías de poder y silenciar a los grupos marginados (Lall, 2016, pág. 28). Así sucede especialmente cuando examinamos el sistema escolar, donde los ni?os abandonan buenas escuelas debido a lo que se considera acoso escolar por motivos de casta. En el mismo estudio se se?ala también cómo los proveedores de servicios a la comunidad objeto de estudio recalcaban sus propias ventajas de pertenecer a la clase media para distanciarse de aquellas personas a quienes consideraban de una clase social inferior (Ibid., pág. 23). Por lo tanto, podrán existir indicadores de desarrollo como los servicios básicos y las escuelas, pero ?qué podría decirse en cuanto a la calidad de la atención y los servicios si el beneficiario ya se encuentra en una situación de alteridad con respecto al proveedor? En el acceso a los servicios, este tipo de actitudes perpetúan unas desigualdades que pueden mermar y merman la capacidad de un grupo para salir de la pobreza.

El fomento de una cultura de prevención también debe tener en cuenta los problemas psicosociales cuando hay prisa por "construir mejor". Entre los muchos planes de desarrollo, la promoción del emprendimiento ha obtenido gran popularidad, a raíz de que el Gobierno de Sri Lanka propusiera una asignación de 500 millones de rupias a peque?os y medianos empresarios en su presupuesto de 2016. Ahora las universidades ofrecen cursos para cultivar las aptitudes técnicas necesarias y ya existen diversos proyectos para impulsar a los empresarios en el marco de la Autoridad Nacional para el Desarrollo Empresarial, el Organismo encargado de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones y la Asociación de Empresas de Programas Informáticos y Servicios de Sri Lanka. En marzo de 2017, la Oficina de Unidad Nacional y Reconciliación también puso en marcha un Proyecto de Desarrollo Empresarial de Aldeas. Sin embargo, hay estudios que se?alan que las comunidades destinatarias todavía no están preparadas para ser empresarias ni tienen la voluntad de serlo (Mallet y Pain, 2017). Es posible que tengan distintas aspiraciones cuando se trata de sus medios de vida o que todavía estén traumatizadas por la guerra. Sin duda, resulta difícil dar por supuesto que se aprovechará la oportunidad de ser productivos si se tiene en cuenta la capacidad y la habilidad para asumir ese trabajo (Van Kooy y otros, s. f.). Además, puede que otros empresarios ya tengan un control fijo sobre el espacio de mercado.

?Qué lección puede extraerse de las historias aquí relatadas? Tal vez esté abierto el camino al paraíso, pero está lleno de baches. Lo que se necesita no solo es reconstruir mejor, sino adoptar un planteamiento radical sobre la desigualdad. Todos los ejemplos se?alados en este artículo apuntan a diversas desigualdades: de acceso, de percepción social, de educación y de representación. Volver a conceptualizar el problema haciendo hincapié en reducir la desigualdad podría resultar un método más sólido para fomentar una cultura de prevención de conflictos.

Muchas gracias a Karin Fernando y Gayathri Lokuge por sus aportaciones y correcciones.

Notas

1????? La carretera que une la capital, Colombo, en la provincia occidental a la provincia septentrional, a través de la provincia central.

Referencias

Chandler, David, y Timothy D. Sisk, eds. (2013).The Routledge Handbook of International Statebuilding. Oxon, Nueva York: Routledge.

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Jayasekara, Prashanthi, y Nadhiya Najab (2016). "Researching livelihoods and services affected by conflict. The political economy of violence: women’s economic relations in post-war Sri Lanka". Documento de trabajo, núm. 50. Londres: Consorcio de Investigación sobre Medios de Vida Seguros (SLRC) y Centro de Estudios sobre la Pobreza (CEPA). Puede consultarse en .

Lall, Aftab (2016). "Researching livelihoods and services affected by conflict. 'Don’t tell them where we live' - Caste and access to education in Northern Sri Lanka". Documento de trabajo del SLRC, núm. 49, Londres: Consorcio de Investigación sobre Medios de Vida Seguros (SLRC) y Centro de Estudios sobre la Pobreza (CEPA). .

Mallet, Richard, y Adam Pain (2017). "Markets, conflict and recovery: findings from the Secure Livelihoods Research Consortium". Informe de investigación, Londres: Consorcio de Investigación sobre Medios de Vida Seguros (SLRC).

Nanayakkara, Wimal (2016). "Can Sri Lanka eradicate poverty and reduce income inequality by 2030?" Instituto de Estudios Políticos de Sri Lanka (IPS).

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Parameswaran, Navaratnam (2009). "After 19 years the A9 road opens for public transport". Sunday Times (Sri Lanka), 20 de diciembre de 2009. Puede consultarse en

Peiris, Dilinika (2014), "Sri Lanka: transforming into a middle income country". 16 de abril. Washington D.C.: Banco Mundial. Puede consultarse en .

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