4 de noviembre de 2022

A medida que el mundo resurge lentamente de las tinieblas de la COVID-19, otros problemas van acaparando los titulares: el encarecimiento de la energía, la guerra en Ucrania, la preocupación por la seguridad energética y la continua resaca de la devastadora crisis climática. 

Ninguno de los habitantes de este planeta puede esperar salir indemne de la crisis climática. Desde América hasta Asia, y desde Europa hasta ?frica, las personas y las comunidades ya están sufriendo sus consecuencias. El tiempo va pasando y, a veces, da la impresión de que hemos esperado hasta el último momento para actuar. Y la oportunidad de hacer algo es ahora muy reducida. Cada día que pasa, los costes de la inacción sobrepasan los costes de la acción.

Sin embargo, esta es una carrera que no podemos perder y a cuya meta debemos llegar todos los habitantes de este planeta, juntos. Solo una acción profunda e inmediata puede mantenernos en la carrera desesperada para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 ?C, o de 2 ?C, lo cual sería mucho más letal, ya que, de superarse este umbral, la humanidad y los ecosistemas se precipitarían hacia una sucesión catastrófica de puntos de inflexión.      

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) encabeza el llamamiento a una transición energética inclusiva, resiliente y justa. Instamos a una acción colectiva valiente que una a los países desarrollados y en desarrollo, en transición y emergentes, así como a los peque?os estados insulares.

La IRENA está convencida que solo acelerando la acción en el ámbito de las energías renovables se podrá alcanzar la resiliencia climática y la seguridad energética para todos, y se promoverá el crecimiento económico y la inclusión social a escala global.

Nuestra labor ayuda a conseguir este objetivo. La IRENA trabaja estrechamente con los países para empoderar a los encargados de adoptar decisiones y elaborar políticas que promuevan un aumento masivo de las inversiones en proyectos de energía renovable.

Nos encontramos en la antesala de la , la vigésimo séptima Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en Sharm el-Sheikh (Egipto) del 6 al 18 de noviembre de 2022. Si queremos permanecer en la senda de 1,5 ?C, el mundo debe seguir un plan similar al que ya se definió en la segunda edición de la publicación de la IRENA .

El plan insta a impulsar la financiación verde, algo que debe ser la norma, y no la excepción. Cabe se?alar que solo el . Esto es insuficiente; se necesita una cantidad mucho mayor.

Durante su misión en Indonesia, Francesco La Camera, Director General de la IRENA, estuvo acompa?ado por Tri Mumpuni, Directora Ejecutiva de IBEKA, y visitaron una planta hidroeléctrica inactiva a las afueras de Cinta Mekar, en Java Occidental. Crédito: I

También es fundamental una mayor participación del sector privado para movilizar fondos e impulsar la transición energética. Las fuentes de energía locales deben diversificarse. Ocho de cada diez habitantes del planeta viven en países importadores netos de energía. Es un número demasiado alto. 

La dependencia actual de los combustibles fósiles también alimenta la hoguera inflacionista que muchos países están sufriendo.

Apostar por nuevas opciones de energías renovables puede eliminar la adicción a los combustibles fósiles y proteger a los países de la enorme volatilidad que registran los mercados energéticos. También es momento para la reflexión y la reevaluación: debemos hacer un ejercicio colectivo y preguntarnos si disponemos de las políticas y redes de financiación para que las inversiones se conviertan en acciones reales sobre el terreno.   

Las nuevas plataformas, como la —ETAF, por sus siglas en inglés— de la IRENA, puede ayudar a crear nuevas vías para promover la acción y construir nuevas alianzas entre el Norte y el Sur globales.  Existe una amenaza constante de catástrofes, pero sigue habiendo oportunidades para dar un paso atrás, incluso antes de que nos veamos sumergidos en el caos climático. Debemos aprovecharlas.

La colaboración es fundamental. Juntos, la juventud, la sociedad civil y el sector privado tienen un papel que desempe?ar. Sus intensas voces pueden ayudar a que el mundo entienda que las energías renovables son parte de la solución al cambio climático.

En la COP 27, que tendrá lugar en Egipto, la IRENA celebrará una mesa Redonda de directores generales de la Alianza por la descarbonización de la industria. La mesa redonda será una plataforma para que los miembros de la Alianza compartan sus compromisos de descarbonización, su visión y sus estrategias, todas ellas herramientas que pueden contribuir a lograr las cero emisiones netas en 2050 y a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ?C.

La IRENA también trabaja estrechamente con Egipto, al ocupar la Presidencia de la COP 27, para avanzar en las prioridades energéticas del país. Apoya asimismo a los paladines de alto nivel para la acción climática y la .

A medida que nos acercamos a la "COP de implementación" en Sharm el-Sheikh, nuestro objetivo debe ser poner en marcha acciones audaces sobre el terreno. Nuestras palabras no bastan.


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